Segunda Entrega

ESCRITOS VINCULADOS CON LA SALVACIÓN DE JESUS.

Aunque ya lo resumí en el libreto de la primera entrega, me parece de total importancia desarrollar los escritos que puedan aportar luz a hechos refutados, por haber sembrado de dudas muchas confesiones de fe y credos en occidente.

Copia de la carta dirigida por Poncio Pilatos a Tiberio Cesar, Emperador de Roma, hacia el año 32 de esta era. El original se conserva en la Biblioteca Vaticana, pudiéndose solicitar copia a la biblioteca del Congreso en Washington:

En mi calidad de procurador romano de Judea a Tiberio Cesar.

Apareció en Galilea un hombre joven, Jesús el Nazareno que, en nombre del Dios que lo envió, predicaba humildemente una nueva ley. Primero temí que su intención fuera sublevar al pueblo contra los romanos, pero pronto se borraron mis sospechas; habló más bien como amigo de los romanos, que  no de los judíos.

Cierto día observé en un grupo de personas a un hombre joven que, apoyado en el tronco de un árbol, hablaba tranquilamente a la multitud que le rodeaba. Se me dijo que era Jesús. Esto podía haberlo supuesto fácilmente, por la gran diferencia que había entre él y aquellos que le escuchaban.

Su pelo rubio y su barba le confirieron a su apariencia un aspecto celestial. Parecía tener unos 30 años. Nunca antes había visto una faz más amable y simpática. Qué diferencia tan grande entre él y los otros con sus barbas negras y su tez clara. Como no deseaba molestarle con mi presencia, proseguí mi camino, indicándole sin embargo a mi secretario que se uniera al grupo y escuchara.

Más tarde mi secretario me informó que jamás había leído en las obras de los filósofos nada que pudiera compararse con las enseñanzas de Jesús. Me informó que Jesús no era seductor ni agitador. Por ello decidimos protegerle. Era libre de actuar, de hablar y de reunir al pueblo. Esta libertad ilimitada provocaba a los judíos la indignación y los irritaba; no a los pobres, sino a los ricos y poderosos. Más tarde escribí una carta a Jesús y le pedí una entrevista en el Pretorio, acudió. Cuando el Nazareno apareció, estaba yo dando precisamente mi paseo matinal y al  mirarle mis pies parecían aferrados con correas de hierro al piso de mármol, temblando yo con todo el cuerpo cuan un ser culpable, a pesar de que él estaba tranquilo. Sin moverme, admiré durante algún rato a este hombre excepcional. Nada había en él ni en su carácter que fuera repulsivo; pero en su presencia sentí un profundo respeto. Le dije que él y su personalidad estaban rodeados de una contagiosa sencillez que le situaba por encima de los filósofos y maestros de su tiempo. A mí y a todos nos causó una honda impresión debido a su amabilidad, sencillez, humildad y amor. Estos, noble soberano, son los hechos que atañen a Jesús Nazareno, de cuyos pormenores me tomé tiempo para informarte.

Opino que un hombre que sabe transformar el agua en vino, que cura a los enfermos, que resucita a los muertos y apacigua la mar embravecida, no es culpable de un acto criminal. Y como otros han dicho, debemos admitir que es realmente el hijo de Dios.

Tu obediente servidor. Poncio Pilatos.

 

Carta dirigida por Kurt Berna, autor católico y secretario del Instituto de Investigaciones del Santo Sudario en Stuttgart, Alemania, autor del libro “Jesús no murió en la cruz”, al Papa Juan XXIII el 26 de Febrero de 1.959, que dice:

Vuestra Santidad

El Instituto Alemán de Investigaciones del Santo Sudario conservado en Turín, sometió hace dos años los resultados de sus investigaciones, acerca del lienzo, al Santo Oficio de Roma y al público en general. Durante los pasados veinticuatro meses, varios especialistas de universidades alemanas intentaron en vano refutar estos asombrosos descubrimientos, pero sus esfuerzos no fructificaron. Estos críticos pretendían cotejar muy fácilmente los resultados de nuestras investigaciones con sus conocimientos científicos pero tuvieron que batirse en retirada. Por otra parte, reconocieron y admitieron la validez y vigencia de esta investigación importante, tanto para la religión cristiana como para la judía. Sería superfluo y estaría fuera de lugar, mencionar aquí la larga lista de citas y comentarios aparecidos en la prensa nacional y extranjera.

De acuerdo con los hechos reales, que no pueden ser impugnados por nadie, el Instituto está convencido de que los resultados constituyen un desafío abierto al mundo entero. Ha sido probado, sin duda alguna, que Jesucristo, después de la crucifixión y de habérsele quitado la corona de espinas de la cabeza fue depositado en este lienzo. Basados en las pruebas existentes se ha establecido, además, que el cuerpo de la persona crucificada fue envuelto en este lienzo y dejado en él durante algún tiempo. Desde el punto de vista médico ha sido probado que no se trataba de un cuerpo muerto, debido a que se ha podido evidenciar un movimiento libre del corazón en aquellos momentos. La existencia de fluido de sangre, su posición y su naturaleza, tal como se han podido hallar en la Sabana Santa, aporta una clara prueba científica y médica de que la llamada ejecución reglamentaria no fue completa. De acuerdo con este descubrimiento las enseñanzas actuales y pasadas del cristianismo son incorrectas.

Vuestra Santidad, esta es hoy la posición científica del caso. Se admite además que la presente investigación sobre el Santo Sudario es muy importante, ya que se trata de una indiscutible e inviolable obra de investigación científica e histórica y las reproducciones fotográficas del Santo Sudario, realizadas en el año 1.931 con el permiso expreso del Papa Pio XI, aportan material adicional para verificar los resultados de la presente investigación. Antes de rebatir las revelaciones arriba mencionadas deberán tenerse presente los siguientes puntos:

a/ Un examen químico moderno de los vestigios de sangre que fluían debido al bombeo del corazón, presentes en el Santo Sudario, además de una investigación microscópica y verificaciones similares.

b/ Un examen del sudario mediante rayos X, e infrarrojos y ultravioletas, además de utilizar otros métodos modernos.

c/ Determinación de la fecha gracias al reloj atómico y el test del carbono 14.

Para el análisis exacto del sudario precisamos únicamente 300 gramos de lienzo. Esta pequeña cantidad no causará daño alguno al Santo Sudario, ya que se precisa únicamente una franja de dos centímetros de ancho de los lados de 4,36 metros de longitud del lienzo. De esta forma las partes importantes del lienzo no quedaran dañadas en lo más mínimo.

Ningún cristiano de esta Tierra, excepto vuestra Santidad, como Papa de la Iglesia, puede manejar esta reliquia religiosa. Los resultados mencionados de las investigaciones del Instituto Alemán y de otras agencias, pueden refutarse únicamente si se aplican las verificaciones científicas propuestas. No comprendo por qué la Iglesia no permite tales comprobaciones del Santo Sudario. No creo que la Iglesia no permitió investigación alguna de esta pieza por motivo de algún temor ¿Por qué, además, debía tenerlo? Tampoco el Instituto Alemán alberga ningún temor, porque ha realizado las investigaciones de forma honesta y sincera, aplicando todos los métodos posibles. Podemos afirmar con toda seguridad que nadie ni nada en esta tierra puede refutar estos descubrimientos. Se trata de una demanda abierta del Instituto de Investigaciones.

Como ya ha sido sugerido, sólo una verificación directa de los hechos y una comprobación científica del caso puede aportar los resultados deseados.

A la vista de estos motivos extremadamente sólidos, pedimos humildemente a Vuestra Santidad se pronuncie para que la Iglesia se vea capacitada a disponer del resto del caso. Muchos seguidores de la Iglesia y otras asociaciones, están dispuestos a responder a la llamada si la Iglesia así lo desea.

En nombre del Instituto Alemán de Investigaciones del Santo Sudario y en interés de algunos otros cuerpos de investigación y también como seguidores de la Iglesia Católica Romana, rogamos que Vuestra Santidad dé la orden apropiada para realizar las comprobaciones necesarias.

Saludando humildemente a Vuestra Santidad. Firmado: Kurt Berna – Autor católico y secretario.

Respuesta del Vaticano al ruego anterior de Kurt Berna. Sr. Kurt Berna, Bad Grodesberg 13 de Julio de 1.959, Stuttgart 1-Apartado de correos nº 183.

Con referencia a su demanda relativa al lienzo de Turín, el Secretario de Estado de Su Santidad me encarga informarle que su Alteza el Cardenal Maurillo Fossati, Arzobispo de Turín, ha declinado acceder a sus deseos.

Respetuosamente suyo. Cuido del Mestre – Secretario de asuntos internos.

A pesar de esta declinación del Arzobispo de Turín, la Iglesia se vio obligada a pronunciarse; por ello el Papa Juan XXIII emitió una proclama el 30 de Junio de 1.960 que fue reproducida en L´Osservatore Romano el 2 de Julio del mismo año, bajo el título:

LA SALVACIÓN COMPLETA A TRAVES DE LA SANGRE DE CRISTO

Con esta proclama el Papa informaba e indicaba a todos los obispos católicos que aceptaran y propagaran que: La salvación completa de la raza humana se efectúa a través de la sangre de Jesús y su muerte no es esencial para tal fin. Párrafo copiado de 1Ro.5.9 de Saulo; o sea una reiteración inmovilista.

 

DETALLES SIGNIFICATIVOS DE INVESTIGACIONES POSTERIORES

El Cardenal de Turín, Pellegrini, aprueba la formación de una comisión de científicos para la investigación de la mortaja, designando a un reducido grupo de altos prelados y científicos especializados en esos trabajos. Empezaron siendo once pero con el correr de los años se fueron sumando institutos enteros, universidades y hasta la misma NASA intervino de manera especial.

A partir de 1969 se pudo trabajar durante dos días sobre la tela misma y no se publicaron los nombres de los científicos intervinientes hasta 1976. En 1973 se volvió a analizar el lienzo y esta vez durante tres días. En 1976 se produce un informe de la comisión diciendo que el lienzo estaba falsificado; sin embargo no hallaron vestigios de las sustancias utilizadas en la falsificación.

Del 28 de Agosto de 1978 al 8 de octubre fue mostrado al público. El último día sacaron el lienzo de su marco a prueba de balas y lo colocaron sobre una plancha giratoria, en una sala del Palazzo Reale de Turin, donde dos equipos de científicos pasarían dos semanas cumpliendo con los programas de investigación escrupulosamente establecidos. Con ellos se determinó que su estatura era de 1,80 metros y su peso 79 kilos. Desde 1980 se suceden con regularidad publicaciones científicas. En una de ellas, un análisis espectral por fluorescencia radioscópica, se confirma por fin que las dos manchas que se sospechaban de sangre humana lo eran en realidad. Contenían un alto porcentaje del elemento hierro, que es el componente principal de la sangre, y de porfirina, componente de la hemoglobina en la sangre humana.

Así quedó confirmado que Jesús no murió en la cruz; lo que confiere muchas probabilidades al hecho de que sea cierta su vida posterior y suyo el sepulcro venerado en Srinagar, capital de Cachemira. Por ello rogamos a Dios que ampare y proteja de toda impunidad los huesos del divino Maestro y de su santa Madre, que sean sacados a la luz, venerados y alabados por los pueblos y lleve la cordura a quienes tienen el poder para esclarecer esta verdad, como un reclamado servicio a la humanidad.

Aunque todos los sucesos históricos anunciados están incluidos en la tercera entrega de este resumen, que detallaré en el siguiente cuaderno, he querido anticipárselos por ser los soportes básicos que sostienen los análisis de este tratado. Dicho esto y antes de describirles los estudios difundidos por los investigadores y analistas de todo el mundo sobre los años siguientes al sacrificio de Jesús y hasta su muerte en Cachemira, muchos años después, creo necesario presentarles algunos de los muchos conceptos teológicos analizados, que fueron capitales para establecer las bases críticas a las doctrinas judía y romana. De ellas partió la desconfianza hacia las lecturas proféticas y evangélicas de esas doctrinas, traídas cuán divinas por sus celosos practicantes. Estos análisis los realicé mucho antes de conocer los hechos investigados y certificados de la salvación, que no resurrección, de Jesús después de ser apeado del madero; porque me resultaban mediocres y engañosas las revelaciones evangélicas y recelaba de la devaluación hecha por la I.R. del Padre Creador; al encasillar su dimensión infinita entre los preceptos folclóricos y las farándulas. Mi devoción y amor a Su grandiosa obra se revelaba contra una exagerada exhibición de gestos poco o nada respetuosos con la Divinidad; gestos que los escritores proféticos ya denunciaron como rechazables por el Padre.

Del análisis de los hechos presentados como propios por las escrituras de la I.R. resultó que, en un altísimo porcentaje, estaban copiados de las narraciones nacidas de los efluvios de amor y respeto a los decretos Divinos por los profetas y mensajeros de la antigüedad, relatores de Sus estatutos. Ellos sí penetraron en la doctrina divina, la I.R. no; para Roma la difusión de sus fantaseados dogmas fue desde el principio un negocio muy lucrativo.

Antes de narrar algunos de esos conceptos capitales analizados, me dirigiré a los que piensen que el concepto de Dios es cosa de los curas católicos; a esos fanáticos de la ignorancia les diré que desde Confucio, pasando por Platón y muchos otros como Aristóteles e incluso Darwin, cada uno a su modo, creyeron que la vida, desde sus orígenes, fue creada por un Ente superior que conocemos por Dios, Jehová, Ala o simplemente Padre Creador del universo. Esos sabios de la antigüedad establecieron las normas de conducta para la convivencia diaria de la humanidad, así Platón reveló las virtudes esenciales que son: Sabiduría, coraje, dominio de sí mismo y justicia. Fieles a sus costumbres, se las copiaron los doctores romanos instituyendo las cardinales que son: Prudencia, fortaleza, templanza y justicia. De las escrituras hindúes podemos entresacar las siguientes sentencias: Siempre que el bien decae, sofocándose poco a poco y prevaleciendo en su lugar la maldad y el orgullo, el espíritu del Creador se manifiesta a través del espíritu humano. Esos y otros muchos devotos fueron dignos hijos de Dios y de ellos nacieron las grandes enseñanzas de justicia y de bondad. Jesús conoció muchas lecturas de la antigüedad cuando vivió en el Tíbet, entre los 13 y los 29 años, sacando consignas que después matizó en sus enseñanzas.

La I.R. aceptó e hizo suyos los principios mosaicos porque era lo más cómodo, porque así no perdía el tiempo en hacer los análisis que sí se hacen en este tratado; estaban muy ocupados en planificar sus emporios de riqueza y poder desde que Teodosio I (378-395) les cediera los templos paganos, siendo más fácil copiar lo antiguo que descubrir lo nuevo. En las escrituras de la I.R., referidas a la vida de Jesús, hay más de 120 pasajes sacados de 150 lecturas o más del A.T. En las cartas de Saulo hay más de 140 pasajes referidos en otras 180 lecturas del A.T. Cartas de Santiago, Pedro y Juan, 40 escritos con referencia en otros 50 o más del A.T. Libro del Apocalipsis, más de 150 escritos tienen sus antecedentes en 450 del A.T. Sin haber contabilizado los escritos de los cuatro evangelistas, que también fueron plagiados en gran medida de las lecturas del A.T., os puedo asegurar que son más de 500 lecturas del N.T. las copiadas literalmente de sus homónimas del A.T. De todas ellas doy cumplida lista en tres folios al final del libro. Un extenso plagio que invalida la presentación de su doctrina por la I.R., presumiendo con jactancia que es la original, nacida de sus propios fundamentos y creencias. Pero aún más sangrante es que la hayan copiada de una doctrina y religión a la que han odiado y perseguido siempre, para justificar la falacia de que los judíos mataron a Jesús. Después de este cribado aritmético y referencial, no estoy dispuesto a hurgar más en la herida de los críticos caracteres que definen a la impostora I.R., tan sólo nombraré algunos de pasada: intimidatoria, soberbia, despótica, engañosa, voluble, idólatra, herética con la doctrina Divina y humillante e irracional con la inteligencia humana. Pueden profundizar en el conocimiento de estos caracteres entrando en los análisis de este tratado.

 En relación con la muerte, resurrección de los muertos y juicio final, diré que todo ha sido, es y será según Sus sabios designios y que desde los orígenes del mundo la muerte cabalga inseparablemente a lomos de la vida. La obra original de la Creación no ha sufrido ni sufrirá cambios significativos porque es perfecta, y una obra perfecta no necesita ser enmendada. Toda doctrina que de ella emane debe ser universal, vacía de temores e imposiciones y apoyada en cuatro pilares principales: Defensa de la dignidad humana, defensa de la verdad, protección y defensa de todo lo creado y solidaridad con la legítima explotación, reparto justo en los beneficios de bienes materiales y la herencia racional de toda la sabiduría proveniente de nuestra evolución a través de millones de años.

No sé si he dejado bien claro en los primeros relatos la similitud de las criticas proféticas de Isaías, Jeremías, Ezequiel, Zacarías, Daniel, Oseas, Joel, Miqueas, Amós y alguno más en relación con las represiones de Dios sobre la profanación del templo, la dispersión de los rebaños por falsos pastores, la adoración a ídolos fabricados a imagen de los anhelos humanos, la esperada venida de un Mesías, la resurrección al tercer día, el fin del mundo, el infierno, el demonio, el desprecio al poder absoluto del Padre Creador, la esperanza de falsas profecías, etc.

Hasta aquí la cultura occidental se ha sentido segura siguiendo los dogmas falaces de la I.R., pero ha llegado la hora de denunciar los manejos y evasivas de los escritos del A.T. con palabras atribuidas a Jesús, que han sido interpretadas con falsedad, como: Perdona a tus enemigos, vende todo y repártelo a los pobres, lo que atares en la tierra será atado en el cielo etc.; con estas falacias se ha magnetizado la brújula que ha guiado a occidente, pero como la aguja era de chatarra oxidada se ha vuelto loca, hemos perdido el norte y no sabemos dónde estamos, por aceptar una Biblia repleta de incoherencias y engaños que han devaluado el poder infinito del Padre. Dice Jeremías en 9.23-24: No os alabéis en lo terrenal, mas alabaos en conocerme y entender que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra.

En estos XX siglos, la I.R. se ha empleado a fondo para podar todos los brotes discordantes que nacieron en su tronco; su vasta teología la ha basado en una falsa divinidad de Jesús con supuestos argumentos para lograr el fin perseguido, el de complacer a la humanidad en su anhelado deseo existencial de alcanzar el dialogo directo y personal con Dios y el de afrontar la muerte material como paréntesis hacia la resurrección; que ingenuo aquel que continúe confiando en esa falacia, porque Dios no precisa de nuestra presencia física en Sus intangibles dominios, ya que todos nuestros actos están gravados en nuestro espíritu.

Me produce tanta aflicción como irritación esa espera estéril de los creyentes a lo desconocido, a lo irracional, a esa farsa vestida de falsa esperanza; porque polvo somos y al polvo volveremos. Intentad ordenar vuestra vida para que sea lo más longeva posible y no confiéis su final a la voluntad divina, a cuando Dios decida, porque será inútil y absurda esa espera. Aprovechad bien esta vida porque no vais a tener otra mañana ni nunca; conoced las reacciones del cuerpo a los agentes externos: comidas, bebidas, hábitos, placeres y vicios. Debéis ser vuestro propio médico de cabecera y un estricto confesor. Los bienes que Dios da a los hombres honestos son duraderos y seguros, Él nos dice: Como no puedo sustraeros a las cosas tristes, terribles y difíciles de tolerar, he armado vuestros espíritus para que resistan todos los avatares del destino; soportadlos con valor, no os dejéis confundir con falsas promesas ni llevar por sendas oscuras. Advertid a vuestros pastores que han de rendir cuentas y a Él nadie le engaña.

Justifico ahora mis discrepancias con la Trinidad, tal y como la entiende la doctrina romana, pero la justifico bajo los siguientes planteamientos doctrinales: Con respecto al Padre no hay nada que objetar y del Espíritu Santo tampoco, ya que quienes creemos en el Padre también creemos en Su espíritu, del que toda la humanidad recibimos un soplo al nacer, pero de la segunda persona el Hijo, yo discrepo que se corresponda exclusivamente con Jesús y sí con todos y cada uno de los seres humanos, que queramos o no somos hijos del Padre. Jesús no dice mi Padre en sus enseñanzas sino nuestro Padre, luego la segunda persona, el Hijo, nos representa a todos los seres vivos nacidos de mujer.

La I.R. ha tejido su tela de araña con los hilos invisibles del temor a la muerte, al castigo por las malas acciones y a lo que encontremos en el más allá. Muchos de los que han escapado de esas telarañas han caído en las redes del fascismo; por ello debemos exigir el castigo de las estafas al pensamiento y a las voluntades humanas, por ser actos criminales que ofenden al Creador y porque denigran Su magna obra. Nadie logrará que el Padre trascienda en los extravíos humanos, ni se mezclará jamás con los mortales, ya habría desaparecido su infinito poder y autoridad si hubiera accedido a entrar en nuestro juego tramposo, en el continuo trasiego entre amor y desamor al Padre y a la racionalidad humana.

Con la divinización de Jesús por la I.R. devaluaron la cualidad profética del Maestro fiel, de enseñanzas claras y justas, amigo de todos, que nunca defraudó ni abandonó, un hombre que sin subirse a los pulpitos, sin revestirse con ropas pomposas, sin tocarse mitras, sin campanas ni esquilas que anunciasen su llegada ni llamasen a sus seguidores; sin más templo que la tierra que besaba sus pies y el cielo que se abría de deleite divino al escuchar las palabras que manaban de su noble y humilde corazón. Siempre le reconoceré como el más digno guía espiritual de todos los tiempos, en contraposición con la divinidad que le atribuyó la I.R. Lástima que hayan amañado tantas mentiras referentes a su persona, porque con ellas han confundido a la humanidad sobre su muerte y también sobre su nacimiento, que debido a las deformaciones producidas por las tendencias interesadas de sectas, religiones y gentes del pueblo, se han mezclado, en la historia antigua, diferentes versiones sobre la ascendencia de Jesús. La versión que he narrado en la primera entrega presentando a Judas de Gamala como su padre, parece ser la más fiable entre los historiadores de la antigüedad, como Flavio Josefo, en la Guerra de los judíos, y otros; pero también en Los Hechos 5.37 habla de Gamaliel, apodo por el que se le conocía a Judas, su padre. Según otras versiones de ciertos escritos agnósticos, era el nieto primogénito de Herodes el Grande e hijo de Herodes Antipas, a quien asesinó el rey para hacer correr la heredad a sus otros hijos. Siendo Herodes sabedor de que había nacido Jesús, ordenó la matanza de todos los varones menores de dos años que había en la comarca de Belén, para impedir su heredad. Tanto su padre como María, su madre, pertenecían a la nobleza de Judea. Pilatos, sí le reconoció como rey de los judíos, por ello no cedió a las protestas del sanedrín para que quitase el cartel “INRI”, que habían puesto en la cruz, cuando añadió “lo escrito, escrito está”.

La I.R. en su afán por deslegitimar todo lo escrito y difundido en los cuatro siglos de historia, desde el sacrificio de Jesús, inventó la mayoría de los escritos evangélicos bajo el control del emperador Constantino, ajustándolos a sus planes doctrinales, que se legalizaron en Nicea bajo la férrea disciplina de Atanasio, obispo y patriarca de Alejandría. Entre los muchos subterfugios de la I.R. está el hacer desaparecer de los anales de la historia la vida y hazañas de Judas, padre de Jesús y caudillo de la revolución judía contra el censo de Quirino, gobernador romano de Siria, siendo apresado y condenado a muerte.

Los padres de esa doctrina eligieron a José el carpintero como padre putativo, un ser inconsistente de dudosa existencia, del que nada más se sabe después de representar su papel bíblico. En contraposición con los referentes históricos de las opiniones de Pilatos en las cartas a su emperador, sobre la humanidad de Jesús, que he relatado en el primer resumen, están las de otros historiadores que le atribuyen un carácter sedicioso y revolucionario, continuando con las luchas que inició su padre contra los romanos. Yo creo más consistentes los relatos de un Jesús humano, de un hombre pacífico que fue librado de una muerte segura por la intervención generosa del imperio. En cualquier caso, fuese uno u otro su carácter humano, la mayoría de historiadores han llegado al convencimiento de que lo implantado por la I.R. en el N.T. es falso y añadiré, que si José y María sabían por el ángel que Jesús era Dios, porqué huir a Egipto para librarlo de la matanza de Herodes? y porqué ante la ausencia de Jesús durante tres días en el templo, se preocuparon, si era Dios nada le pasaría? Lo extraño es que, a pesar de tantas evidencias, no hayan transcendido al gran público. Yo pienso que es porque están disociadas unas críticas con otras, no logrando ejercer la presión suficiente para desarmar el entramado eclesiástico y doctrinal de esa iglesia; pero abrigo la esperanza de que con este tratado, que ensambla ordenadamente la mayoría de inventos y denuncias de falsedad contra los dogmas católicos, dirigiéndolas en el mismo sentido, se podrá conseguir popularizar la verdad.   

Muchas lecturas del A.T. están referidas a la construcción y destrucción de tabernáculos y muy especialmente al templo de Jerusalén y al monte Sión, que los judíos las justificaban como castigos a sus profanaciones de las leyes divinas, lamentos recitados junto a los muros del templo. La mayoría de esos escritos han sido utilizados hábilmente y con engaños por la propaganda romana, para dar fundamento a sus falacias dogmaticas sobre los sucesos en la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su hipotética muerte, resurrección y ascensión a los cielos. Pasando por la entrada triunfal en Jerusalén a lomos de un pollino, para al amparo de los escritos de Zacarías en 9.9 “El futuro rey de Sión” entronizar a Jesús. Las 30 monedas de plata, también narradas por Zacarías en 11.12, como salario del pastor, son utilizadas para el precio en la traición del apóstol Judas, que casualidad. El reparto de sus vestidos, el no partirle ningún hueso, referido al cordero pascual y otros muchos sucesos que están explicitados en el tratado; pero resaltaré una lectura judía que no se escucha en las homilías de la I.R., que dice: Bienaventurado serás cuando comieres del trabajo de tus manos y te hará bien, este mandato se olvidó de recogerlo la I.R. en sus repertorios dogmáticos.

De Prv.6.16-19 sacaré. Seis cosas aborrece Jehová y aún siete abomina su alma: La lengua mentirosa, los ojos altivos, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que urde pensamientos inicuos, los pies prestos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y siembra discordias entre hermanos. La sabiduría habita en la cordura, la soberbia y la demagogia son caminos torcidos para hallar la sabiduría y el temor de Jehová, Él es el principio de la sabiduría. Sin dirección sabia cae el pueblo. No hables al oído del necio porque menospreciará la prudencia de tus razones. No seas demasiado justo ni sabio con exceso; no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque. Por la pereza se cae la techumbre y por la flojedad se llueve la casa; lo que debas hacer hazlo según tus fuerzas, porque una vez muerto no hay obra, ni trabajo, ni sabiduría, ni ciencia. Todo tiene su tiempo bajo el sol: nacer y morir, amar y aborrecer, reír y llorar, sembrar y recoger.

En 2.4 Isaías habla por boca de Jehová diciendo: volverán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces, no hay más Dios que Yo, el único redentor, fuera de Mí no hay quien salve, Yo ayudo a quien confía en Mí. La cultura cristiana debería cambiar los dogmas, preceptos y ceremonias de las engañosas alabanzas a su cristo, por sentimientos de comunicación y compromiso con el Padre; se han devaluado los valores racionales nacidos de las leyes divinas. La identidad cristiana es la envolvente doctrinal, pero el mandato divino es la columna vertebral del entendimiento humano.

Ante la cercana caída de Jerusalén, Jehová dijo a Jeremías: Recorred las calles de la ciudad, buscad en sus plazas haber si halláis hombre que haga justicia, que busque verdad y en tal caso yo la perdonaré. Como jaulas de pájaros, así están sus cabezas llenas de engaño, así se hicieron grandes y ricos. Desde el profeta al sacerdote y del más chico al más grande todos engañan; si no anduvierais en pos de dioses ajenos para mal vuestro, podríais vivir tranquilos en vuestras casas. En cueva de ladrones convertís la casa donde es invocado mi nombre con mentiras, y andando tras dioses que no conocéis delinquís. Alábense todos en entenderme y conocerme porque Yo soy Jehová que hago juicio y justicia en toda la tierra. Yo busqué entre los profetas hombre que se pusiese en la brecha delante de Mí, a favor de la tierra para que no la destruyese, pero no lo hallé. Los de fuera sufrirán la espada y los de dentro pestilencia y hambre; ni su plata ni su oro les librará de Mi furor. En medio del pueblo haré justicia pero no lo destruiré. Si no Me escucháis, ni dais de corazón gloria a Mi nombre, yo Jehová enviaré sobre vosotros maldición.

La I.R. se ha cribado todas las lecturas proféticas para justificar los dogmas de la divinidad de Jesús, anhelo de su feligresía más apasionada. Libro de Isaías: la virgen concebirá; varón de dolores; lo tuvimos por azotado; herido por nuestras rebeliones,; por sus llagas fuimos curados; como cordero fue llevado al matadero y afligido no abrió la boca; fuera de Mí no hay quien salve; no hay más Dios que yo y ante mí toda rodilla se quiebre y jurará toda lengua; cap. 52,53y54 del amor eterno de Jehová hacia Israel, Su siervo. De Oseas, nos dará vida después de dos días y al tercer día nos resucitará. De Miqueas, anhelos de la venida del mesías ante el temor de la destrucción de Israel: tú, Belén efrata…; pueblo mío que te he hecho, en que te he ofendido respóndeme. Zacarías, miraran a mí a quien traspasaron. Miqueas, pueblo de Israel, preguntáis dónde está el Dios de justicia?, he aquí yo envío mi mensajero, el cual prepara el camino delante de Mí. Aunque la lista no termina aquí, creo que es suficiente este recordatorio para descubrir que la doctrina romana justificó sus planeados, rebuscados y engañosos dogmas plagiando las profecías y los anhelos del pueblo hebreo; pero además lo más grave es que sabiéndolos amañados y contrarios a la verdad de los hechos, los han mantenido sin un mínimo gesto de corrección, sin ni siquiera pudor para adaptarlos al estado actual de los principios básicos. Así podríamos decir que no son equiparables las causas de ayer a las realidades y circunstancias de hoy, por ejemplo: La libertad de la mujer, el concepto de pobreza material, la obligación de trabajar, el amor al prójimo, la solidaridad con los necesitados, la justicia terrenal y sus precisas penas a los culpables de atentar contra la vida, hacienda y patrimonio de los demás, etc.

A los que hayáis tenido el interés o la paciencia de llegar hasta el final de esta síntesis resumida, quiero trasmitiros mi deseo principal: que encontréis aquí un espacio de análisis y comprensión a vuestras preocupaciones y anhelos. En la Atalaya podemos alumbrar razones para liberarnos de las pesadas imposiciones que arrastramos, impuestas de manera engañosa desde nuestra niñez. Yo reitero que vivimos demasiado inmersos en mundos materiales, ajenos y distantes del conocimiento de la verdad divina, que incluye la racionalidad humana. La falta de tiempo en la sociedad occidental obliga a desacralizar todos los momentos importantes y creo que los rituales empiezan a ser imprescindibles; tenemos que aprender a apreciar lo sagrado en la vida cotidiano, cada uno a su manera y sin imposiciones religiosas, tan solo doctrinales. En muchos pasajes bíblicos del A.T. se profetiza que el pueblo elegido por Dios es el pueblo de Israel; en mi opinión creo que tiene una explicación sencilla y es que a lo largo de su historia allí fue donde existieron muchos hombres buenos, que combinaron sus deberes terrenos con la adoración a su Dios que es el nuestro: Abrahán, Jacob, José, Moisés, Aarón, el Maestro Jesús y el profeta Mahoma. Pero después, qué ha sido de la humanidad?, puro materialismo salpicado de odios, guerras y sangre. También en el Oriente lejano vivieron hombres que dieron culto a Dios: Confucio, Bahá´u´lláh, Gurú Nanak, Zoroastro, Buda, Brahman, Majaira etc. Las culturas nacidas de esos históricos de la verdad teológica son el contrapeso racional a ese materialismo que nos atrofia, empobrece y aborrega.

Estas conclusiones no han surgido espontáneamente; son la consecuencia del arduo trabajo realizado, que dudo mucho alguien haya tenido la voluntad de hacer. En prueba de ello apostillaré algunas aclaraciones a los hechos referidos:

La invención del origen de la mujer fue obra de los hombres, con la perversa finalidad de vejarla en beneficio del poder y fortaleza del varón.

Cuando los fundamentos que sostienen una doctrina son falsos, toda ella lo es.

El anuncio de Isaías de la venida de un Mesías trajo luz a los pueblos que andaban en tinieblas, por el temor al acoso y a la invasión de Siria a Israel.

La humanidad solo ha recorrido un pequeño tramo del camino, avanzando y retrocediendo, cayendo y levantándose, acertando y aprendiendo de sus errores.

Las especulaciones de la I.R. en base a Zac.12. 10, extrapolándolas a Jesús, nada tienen de realidad ya que tras la entrada en Jerusalén a lomos del pollino, su señorío en vez de ir de mar a mar fue de la Sinagoga al Gólgota.

Considero una ofensa a la sabiduría de Dios y un desprecio a Su infinito poder, narrar en Gn.6.5 su arrepentimiento, tras ver asolada parte de la tierra, que no toda, por un diluvio.

Considero más justa y aceptable la ley del Talión Ex.21.23-26, que la del amor al prójimo, incluidos los enemigos; dar amor por odio y poner la otra mejilla.

Sobre el libro de Job, el rebelde Job, discrepo que lo llamen santo, después de provocar al Padre y de hacerle responsable de sus desgracias, en ese continuo trasegar entre amor y desamor con Dios y con la racionalidad humana, pero lo menos creíble es que Dios castigue a sus tres amigos por persuadirle de su error.

Insisto en lo relatado en: Sal.22 y Zac.11 que con tanta habilidad y astucia utiliza la doctrina romana en Mt.27, Mr.15, Lc.23 y Jn.19, relativo a las treinta piezas de plata por el salario al pastor Jehová en Zac. Lo que sigue viene de los salmos del rey David a su músico personal: me han cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies; contar puedo todos mis huesos; repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suerte. En Sal.110 David sueña con ser premiado por el Padre cuando escribe: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. En el 28 dice: Cuando comieres del trabajo de tus manos, bienaventurado serás y te hará bien etc.

En el Ec.10.18, dice: Por la pereza se cae la techumbre y por la flojedad de las manos se llueve la casa. Esta lectura confirma que Jehová desprecia a los seres improductivos.

Yo pondré sobre mis ovejas pastores que las apacienten y no se abatirán más.

Dios castiga la cobardía y la timidez contra la maldad.

En Ez.34, vendría muy al pelo en los tiempos que corren, cambiar pastores por políticos, pero lo dejo al libre albedrío de cada uno: Hay de los pastores que se apacientan a sí mismos, que degüellan las mejores ovejas para comérselas y vestirse con su lana, sin preocuparse en apacentarlas ni fortalecer a las débiles; no curáis a la enferma ni volvéis al redil a la descarriada, no buscáis a las perdidas sino que os enseñoreáis de ellas; errantes son presa de las fieras. Yo pondré sobre ellas a un buen pastor, dice Jehová, pero debe venir de muy lejos, porque llevamos mucho tiempo esperándolo y sigue sin llegar.

En Dn.5.20 Jehová castigó al rey Nabucodonosor y le depuso del trono porque el ánimo se endureció en su espíritu y ensoberbeció.

En Os.4.11 Jehová dijo: Fornicación, vino y mosto quitan el juicio; Mi pueblo pregunta a su ídolo de madera y el leño responde; porque espíritu de fornicación lo hizo errar y dejaron a su Dios para fornicar. Por todo ello el pueblo sin entendimiento caerá. Del análisis de estos presagios deduzco que ha sonado la hora del castigo para todos los pueblos de la tierra, antes de perecer.

Qué ha ocurrido en la humanidad para que desde el Maestro Jesús en la fe cristiana y el profeta Mahoma en la religión islámica, no haya habido ningún profeta conocido. La razón podría estar en que las relaciones de la humanidad con el Padre han sido superficiales, folclóricas, rutinaria, interesadas, de falsa sumisión y acomodaticias; se ha impuesto el escepticismo y la apatía doctrinal. 

En cada síntesis de estos resúmenes he desarrollado más en profundidad los argumentos presentados en el tratado, con el fin de darles una mayor solvencia y naturalidad, para que resulten más creíbles.

Antes de que se me olvide tengo que insistir en esta apostilla: Por el bien de la civilización occidental y en cierto grado del mundo entero, es urgente acabar con la farsa doctrinal de la I.R., con el lava cocos de la humanidad, lo cual justifica en gran medida las conclusiones de este tratado.