ESPERANDO
El alma llora versos en la noche infinita,
cargada de preguntas nacidas de dilemas,
el alma llora versos para lavar sus penas
dejando en la almohada su triste historia escrita.
Abierta la prisión, las palabras que matan,
salen del corazón a la lengua rabiosa,
que las lanza rajando la quietud silenciosa
y del pecho angustiado al infinito escapan.
Que salga de mí este infierno de recuerdos tan tristes,
que se apague esta hoguera que está ardiendo en mi pecho
desde que me dejaste, desde que tú te fuiste.
Aunque estés aburrida o en un mar de silencio
no vengas a buscarme, que prefiero estar solo,
vivir con el recuerdo de tu perfume a incienso.
Cada noche le pido al cielo su clemencia
y un bálsamo sagrado que restañe mi herida,
que suavice y refresque el sangrar de tu ausencia
y que una espesa nube te aleje de mi vida.
Envolveré tu imagen en lienzos del olvido
y la pondré en el fondo del negro pensamiento,
tapiada con la escoria de tu amor vendido,
para dejarte fuera porque ya no te siento.
¡No te siento! ¿ Podría eso creerlo alguien que no esté ausente?
¿A quién que penar me vio no le duele tu huida?
Nadie podrá ya aunar pasado con presente.
No creas mis palabras nacidas de arrebatos mientras estoy penando,
y si un día decides dejar de estar perdida,
no dudes ni un instante, que mi alma y mi amor te estarán esperando.